jueves, 6 de febrero de 2014

        


      LA DANZA DEL FUEGO


     EL HERRADERO DE BRAVO.


Hace poco tiempo que he podido estar en un herradero de ganado bravo, de la ganadería  de los hermanos Enrique y Gonzalo Navarré, en la bonita localidad turolense de Mora de Rubielos.
Esta ganadería humilde se dedica a hacer vacas en la calle, toros enbolados, etc., como se podría decir, a las vacas y toros de corro.
Sin lugar a dudas, la época de más trabajo la tienen en el verano, donde son numerosos los pueblos, que como en otras zonas de la península ibérica celebran multitud sus fiestas patronales, en las cuales no pueden faltar los festejos populares, entre los que se encuentran suelta de vaquillas, toros ensogados, toros embolados, etc., siendo además ésta, una zona de mucha tradición taurina, sobre todo en pueblos como Mora de Rubielos, Rubielos de Mora, Valbona, Albentosa, etc. 
                                                                                         

                                                                                                                                                                  



DÍA DE FIESTA EN LA FINCA.



Aunque ha salido un día de mucho frío, la "fogata" del butano para calentar, y poner al "rojo vivo" los hierros con los que luego se marcará a los animales, hace que sea el lugar de reunión de todos los ayudantes que este día se han apuntado a trabajar para hacer esta labor campera, usual en la mayoría de ganaderías.
Tanto en las fincas de ganado bravo, como en las de ecuestre, este día, además de hacer esta faena como es la de herrar los animales nacidos en la finca durante este año, también suelen apuntarse amigos de los ganaderos, y aficionados para ayudar, cosa que luego ademas de pasar un buen día en armonía, los ganaderos recompensan a todos los asistentes, con una buena comida de hermandad.






COMIENZA EL TRABAJO.












Pronto comienza la faena, pues hay muchos animales que herrar, y no hay tiempo que perder.
Enrique ya se sube a una pared desde donde controlará los animales que tienen que ir pasando por la manga, bien hasta el cajón de curas, y manejo del animal, o si se le abre la puerta de éste, se cojera alguna becerra, de no mucha envergadura, para hacer el herraje al estilo tradicional, sujetando entre varios la becerra y el otro hermano Gonzalo herrando.









Ya están preparados los primeros animales para que vayan pasando por la manga, y poco a poco comienza el desfile de bravo.
Al principio cuesta convencerlos para que entren por la manga, pues la "bulla" de la gente hace que los animales estén precavidos, pues para ellos todo lo que les está aconteciendo en el día de hoy, es muy distinto de la vida tranquila  que llevan el resto de días.
Pero poco a poco se van convenciendo, y van pasando.






























EL HIERRO.


Como supongo que todos sabéis, cada ganadería tiene una marca definida, para que sea fácil de identificar cualquier animal de ésta, en este caso la marca de esta de los hermanos Navarré, es la "G" con una cruz encima, esto es debido a que el padre de ambos, y fundador de la ganadería se llamaba Gregorio, pero aparte de ésta que va en la pata de atrás del animal, el ganado bravo lleva encima otra marca, la de la asociación ganadera a la que pertenece la ganadería, en el centro, lleva el número con el que se identifica el animal, y en la pata delantera, justo donde la "paletilla", el "guarismo", que es el último número del año en que nació el animal, por ejemplo, si está nacido en el 2012, llevará un 2, si está nacido en el 2013, llevará un 3, y así sucesivamente. 

Aunque para marcar a estos animales se calienten los hierros, y los números al "rojo vivo", a estos animales no les hace casi daño al acercárselos a la piel, ya que su piel es tan gorda y resistente que tan apenas sienten dolor, como si nos los acercáramos las personas.

También pasa que a veces al acercarse el hierro a los pelos, se crea una llama de fuego al tomar contacto con los pelos del animal, pero nunca esto llega a mayores. 




































Una vez que ya se le han puesto todas las marcas, y los números a los becerros,se les añade una especie de aceite, para que en la marca no pueda hacerse ninguna herida, y finalmente se les abre la puerta del cajón, para que vuelvan a la tranquilidad de su cercado.
Aquí es donde aprovechan algunos valientes para hacerle algún recorte al animal, siempre y cuando éste no sea muy grande.
















                                                                                               


También dio lugar a herrarse las becerras de la forma más tradicional, y como las herraban antes de que se inventaran los cajones.
Para esta forma de hacer la  faena, no era el día más apropiado, ya que las fuertes nevadas caídas días antes del herradero, hacían que el suelo fuera una pista de patinaje en barro, pero los valientes se decidieron y al final marcaron unas becerras de este modo.










Y aquí se terminó el día, con una buena comida de hermandad entre todos los asistentes, y su correspondiente tertulia, a la vera de la candela.

Un abrazo, y hasta la próxima semana.

miércoles, 29 de enero de 2014

    

         LA RUTA.




   

COMIENZA LA PRIMERA JORNADA.



Las yeguas saliendo del "Cañizar"
    Ya son más de las diez de la mañana, y los caballistas ya han repuesto fuerzas, han replegado a las yeguas en el "Cañizar", y ya está todo dispuesto para salir rumbo a tierras valencianas.
Los hombres que con esfuerzo, pero a la vez con mucha tenacidad, han conseguido juntar a todas las yeguas, ya se aprietan bien las cinchas de las monturas, y empiezan con alegría la primera de las jornadas.
De pronto alguien grita...¿¡Todos preparados...!?, a la vez que abre una vieja "alcancilla", que para quien no lo sepa es una valla metálica, cuando en cuestión de pocos segundos las primeras yeguas salen rumbo hacia tierras más cálidas. 
Para dirigir la manada un hombre lleva, montado a su caballo, a una yegua blanca, la más mansa, que deberá de ejercer todo el camino de guía.



Los jinetes que van abriendo el paso a las yeguas.


     


EL PASO POR LAS AFUERAS DE LAS POBLACIONES.



Al poco rato ya llega el primer pueblo que pasan, pero no entrarán al casco urbano, sino que lo hacen por las afueras, este pueblo es Cella.
Cada vez los jinetes, ya van descargando las primeras tensiones, y se van sintiendo más a gusto, disfrutando de la jornada, y de la equitación      a campo abierto.




Las yeguas pasando por las afueras de Cella.

Yeguas y jinetes  en la ruta

    

Nosotros los vamos siguiendo mientras la orografía del terreno nos va dejando, y van cercanos al camino, porque una vez que ellos cogen los diferentes atajos y se meten campo a través, para nosotros ya es imposible seguirlos, y nos obliga a continuar por el camino y esperarlos en otro punto.



Uno de los jinetes con las yeguas
Las yeguas se van alejando.


Un jinete con las yeguas




Ya la jornada matutina se va terminando, y mientras ellos van al "atajo" por el monte, nosotros hemos llegado con el coche a San Blas , exactamente, a la "cola del pantano del Arquillo" donde se aprovechará para dar de beber a las yeguas, y a sus propios caballos.



La cola del pantano del "Arquillo" en San Blas.
Las yeguas llegan al pantano

Yeguas bebiendo agua

Un caballista intentando que su caballo beba agua.


   


        LA HORA DE LA COMIDA.




La hora de la comida.

Una vez que las yeguas calmaron toda la sed, llegó uno de los mejores momentos para los caballistas, la hora de la comida.
También los caballos tuvieron un rato para descansar, y alguna yegua se dio un buen "revolcón" aprovechando la hora de la siesta.
Y aquí dejamos a los jinetes, con el almuerzo, nosotros ya nos retiramos, y ellos siguieron hasta la zona valenciana.
Pronto llegará la primavera, y de nuevo las yeguas volverán a subir a los parajes del "Cañizar", a pasar el verano, que... ¿donde mejor que en tierras turolenses...?




Caballo descansando.

Caballos aprovechando el descanso para comer.


Las yeguas descansando.



Un abrazo, y a la semana que viene volveré con otro post, sobre otro tema. Espero que tanto éste, como la primera parte de la semana pasada, os haya gustado.






Menudo "revolcón" de esta yegua.







martes, 21 de enero de 2014


         AMANECER ENTRE YEGUAS



     EL PARAJE DEL "CAÑIZAR"


Paraje del "Cañizar"
Amaneciendo en el "Cañizar"



El "Cañizar", está situado en la provincia de Teruel, entre los municipios de Cella y Villarquemado, y se trata de un paraje donde los fríos inviernos de la zona, curten unos paisajes áridos, que hasta que no llegan las primeras calores de la primavera, hacen que parezcan casi desérticos.

Las noches sobretodo son heladas, con lo que es normal temperaturas bajo cero durante casi todo invierno, lo cual no significa que algún año no nos libremos de tener inviernos más templados, que dan un poco de tregua a los habitantes de esta zona. 
Aquí pues, en este paraje del "Cañizar" se alimentan desde la primavera, hasta finales de otoño, unas yeguas, que se irán a pasar el invierno a tierras más cálidas de la comunidad valenciana.







UNA MAÑANA FRÍA.

Hoy me he levantado temprano, porque me he enterado, que una vez que los caballistas repongan fuerzas con un buen almuerzo, se van a llevar toda la manada de yeguas hacia la zona valenciana, y quiero hacer unas fotos para este blog antes de partir en transumancia, 
Hace una mañana fría, como cabía esperar, ya que es Diciembre, y en Teruel, ya te puedes imaginar, que mucha calor no va a hacer. De ello, y como señal de la noche pasada, da cuenta el paisaje, y los lomos de los animales, que cuesta creer que hayan pasado toda la noche al descubierto, en el campo, y estén todos sanos, y sin ningún síntoma de enfriamiento.




Yeguas comiendo con el hielo de la madrugada.
Paseo matutino de algunas yeguas



 
Yeguas comiendo con el frío de la mañana.
Yeguas comiendo con el frío de la mañana.





     









LOS PRIMEROS RAYOS DE LUZ.


Por fin ya sale el sol, y ya las yeguas se empiezan a poner nerviosas, parece como si se lo pensaran que hoy va a ser un día ajetreado, vamos, como si supieran que les toca emprender un largo camino, que les llevará unos días llegar a su punto de destino.




Yeguas con los primeros rayos de sol.

Yeguas comiendo.

La yegua blanca ya se ha dado cuenta que hoy no es un día cualquiera.

Una yegua blanca y un "potrillo" partiendo hacia la comida.

Las yeguas se dirigen a comer

Yeguas comiendo con los primeros rayos de sol de la mañana.
    


LLEGÓ LA HORA DE EMPRENDER EL CAMINO


El hombre echando de comer a las yeguas





Ya empieza a venir la gente, pues ahora queda lo más difícil de la jornada, que es recoger todas las yeguas, y partir.
 Para esto se valen los expertos de echarles de comer, mientras otros las arrodean, de esta manera se evita que ninguna despistada se pueda quedar aquí, por no enterarse de que es la hora de llenar el estómago, cosa que en tanta extensión como la que ocupan, no sería difícil.



Ya vienen a por las yeguas
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      








                                                                                                                                                                                                                                           
Cada vez son más las yeguas que vienen a por su comida.


Replegando las yeguas
                                                                                       


















Los mismos hombres replegando las yeguas
                                                                                                                                                                    

La hora de la partida



EL PRINCIPIO DEL VIAJE.




Una vez conseguido toca emprender el viaje, no será fácil pernoctar, puesto que las noches no van a acompañar, dadas las fechas, y aunque se va hacia mejor clima, el echo de ser Diciembre, va a hacer duro el aguantar las gélidas noches, pero la dureza de estos hombres, se impondrá al clima. 

La próxima semana continuaremos el viaje en otro nuevo post, pero de momento ésta, disfrutar con éste.
Un abrazo.